Terapia de Adultos
Se debe acudir a un profesional especialista en terapia de adultos cuando necesitamos recuperar nuestro bienestar emocional. Casi todas las personas padecemos a lo largo de nuestra vida algún tipo de sufrimiento que nos hace perder nuestro equilibrio y calidad de vida.
A veces estos sufrimientos se presentan como mecanismos que responden a la reacción ante un trastorno, otros como consecuencia de la problemática que puede surgir en las relaciones personales, sociales, familiares, laborales o de cualquier esfera. El psicólogo clínico debe localizar estos mecanismos e indagar en los factores que puedan estar influyendo en los trastornos.
A partir de este diagnostico debe realizar una estrategia terapéutica para conseguir soluciones adaptativas que disminuyan o eliminen el trastorno.
Terapia de adultos más comunes:
- Depresión y trastornos del estado de ánimo: tristeza, cambios de estado de ánimo, fatiga, sentimientos de inutilidad o de culpa, desilusión, dificultades de concentración, insomnio.
- Ansiedad: irritabilidad, tensión, preocupaciones excesivas, miedos y fobias (a hablar en público, a salir a la calle, a afrontar determinadas situaciones, etc.), obsesiones, síntomas físicos de mareos, sofocos, alteraciones del sueño.
- Problemas de personalidad y de relación: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, dependencia, hostilidad, impulsividad , incapacidad para aceptar la crítica, inestabilidad emocional, insatisfacción personal, irritabilidad y/o agresividad, falta de habilidades sociales, suspicacia, timidez e introversión.
- Problemas de adaptación.
- Estrés psicológico.
- Dificultades para afrontar los cambios del ciclo vital: etapas como la maternidad o la paternidad, la emancipación de los hijos, la muerte de un familiar, la jubilación, etc.
- Problemática derivada del consumo de alcohol y drogas.
- Trastornos en la conducta alimentaria: anorexia y bulimia.
- Problemas de pareja: problemas de comunicación, de convivencia, separación,…